La química que había entre ellos debió quedarse en el pasado.
Cuando Aisha se casó con Pasco Kildare, tan solo era una ingenua que seguía lo que le dictaba su corazón. Sin embargo, la ambición de Pasco los llevó a vivir vidas separadas. Cuando Aisha volvió a formar parte del mundo del multimillonario sudafricano gracias a un proyecto en el que tenían que trabajar juntos, decidió que reescribiría los términos de su relación.
Convertido ya en un chef de éxito, Pasco sabía que su adicción al trabajo había causado daños irreparables. Sin embargo, Aisha había cambiado también. Su fortaleza la hacía brillar. Lo más sensato era mantener la situación del modo más profesional posible, pero, cuando su reencuentro adquirió un carácter muy apasionado, romper en mil pedazos las reglas de Aisha resultaba peligrosamente tentador...