León Tolstoy, vuelve a incidirse sobre una vieja, ardua y constante polémica en nuestros medios: ¿Puede haber compatibilidad entre anarquismo y cristianismo? o, ¿no existe la menor base para ni siquiera establecer un puente de comunicación? Suficientes datos existen para aseverar que esta comunicación, de hecho, se ha dado; y esta corta obra, en realidad, es muestra inequívoca de lo que afirmamos. También podríamos hablar de las posturas, sin duda anarquistas, florecientes en varias de las llamadas sectas milenaristas que proliferaron durante la Edad Media e igualmente de los planteamientos anarquistas en la concepción del personalismo mounieriano, cuyas tesis han pasado a formar parte del anarquismo actual a través de las opiniones de Carlos Díaz, fiel representante de esta corriente; así mismo, de los incuestionables análisis y juicios de Iván Illich que dan plena constancia de la comunicación existente entre anarquismo y cristianismo.