El espíritu de debate libre y abierto en las democracias occidentales está ahora amenazado. No es que nos falten cosas con las que estar en desacuerdo. Es sólo que parece que nos estamos olvidando de cómo discrepar bien.
Quizás la razón de esto sea que los valores que hacen posible el debate de buena fe, como la confianza y el respeto mutuos, están en su punto más bajo. Fueron constantemente erosionados por una mezcla tóxica de políticas polarizadas, ideologías en conflicto y desinformación.
Y como resultado, la calidad del discurso público se ha desplomado. Ya sea una discusión con un extraño en Twitter o una discusión acalorada con un pariente en la cena, el intercambio suele ser tan amargo y hostil que parece más una pelea a gritos que una conversación real. Además, muchas personas evitan participar por temor a quedar atrapadas en el fuego cruzado.
Pero evitar el conflicto por miedo no curará la división social. Lo que necesitamos aprender es cómo abordar nuestros desacuerdos de una manera más constructiva.
En este libro descubrirá algunos de los principios fundamentales del debate, así como los ejercicios que utilizan los debatientes profesionales para mejorar su forma de pensar y hablar.