Penny Bradford había heredado el rancho de su familia, pero no tenía la menor idea de cómo llevarlo, por lo que contrató a Jake Larson para que le enseñara todo lo que necesitara saber.
Jake creyó que sería muy fácil: dirigiría el rancho y llevaría a Penny de la mano hasta que se diera cuenta de que no estaba hecha para aquel duro trabajo. El problema fue que no tardó en descubrir que ya no quería soltarle la mano nunca más...