La súplica de James Carmichael, que necesitaba urgentemente una niñera, llamó la atención de Poppy al hojear el periódico en busca de un nuevo trabajo. No podía dejar de intentarlo, y menos aún después de oír su maravillosa voz por teléfono. Sin embargo, cuando acudió a la casa para tener su primera entrevista, estuvo a punto de cambiar de parecer, porque los hijos gemelos de James la recibieron con una de sus travesuras. Pero cuando vio que ese hombre y sus dos hijos pequeños habían olvidado qué era una familia, Poppy supo que ella era el milagro que James necesitaba.