Habían estado muy unidos durante las vacaciones, pero Jack sabía que no podía ser algo duradero. ¿Qué mujer en su sano juicio querría aceptarlo a él con sus cuatro hijos? Y ella pensaba algo parecido. ¿Quién iba querer vivir con seis niños?
Pero los hijos se dieron cuenta de algo en lo que sus padres no habían reparado: que cinco más tres era el número perfecto para una familia.