Christopher Newman, ÂŦel americanoÂŧ, ÂŦel hombre nuevoÂŧ, ÂŦel gran bÃĄrbaro del OesteÂŧ, llega a ParÃs dispuesto a ÂŦver todas las cosas importantes y hacer lo que hace la gente inteligenteÂŧ. Casarse se encuentra tambiÃĐn entre sus expectativas, y ninguna mujer parece adecuarse tanto a ellas como madame de CintrÃĐ, una joven viuda perteneciente a una rancia casta de aristÃģcratas. Newman piensa que, con su dinero, podrÃĄ vencer las reticencias y el orgullo de una familia poco inclinada a emparentar con âcomo ellos dicenâ ÂŦuna persona mercantilÂŧ. Y en un principio asà parece... pero, como un dÃa le advierte el hermano menor de madame de CintrÃĐ, ÂŦlos ÃĄrboles viejos tienen ramas torcidas, las casas viejas tienen grietas curiosas, las viejas estirpes tiene raros secretos. ÂĄRecuerde que tenemos ochocientos aÃąos!Âŧ. La comedia de sociedad se ensombrece de pronto con el oscuro legado de los siglos, que hace su gÃģtica apariciÃģn en forma de duelos, vergonzosos secretos, crÃmenes y clausuras de por vida. Newman aprende asà lo que oculta y lo que depara no sÃģlo la vieja Europa, sino tambiÃĐn su propio deseo de ella. El americano (1876-77) es la primera novela propiamente ÂŦinternacionalÂŧ de Henry James y constituye ya una muestra excelente de su personalidad y su estilo.
ÂŦNo habÃa nada que James hiciera como un inglÃĐs, ni tampoco como un norteamericano âha escrito Gore Vidal -. Ãl mismo era su gran realidad, un nuevo mundo, una tierra incÃģgnita cuyo mapa tardarÃa el resto de sus dÃas en trazar para todos nosotros.Âŧ Henry James naciÃģ en Nueva York en 1843, en el seno de una rica y culta familia de origen irlandÃĐs. RecibiÃģ una educaciÃģn eclÃĐctica y cosmopolita, que se desarrollÃģ en gran parte en EuropaÂŽ. En 1875, se estableciÃģ en Inglaterra, despuÃĐs de publicar en Estados Unidos sus primeros relatos. El conflicto entre la cultura europea y la norteamericana estÃĄ en el centro de muchas de sus obras, desde sus primera novelas, Roderick Hudson (1875), Washington Square (1880; ALBA CLÃSICA nÚm. CXII) o El americano (1876-1877; ALBA CLÃSICA nÚm. XXXIII; ALBA MINUS nÚm.), hasta El Eco (1888; ALBA CLÃSICA nÚm. LI; ALBA MINUS nÚm.) o La otra casa (1896; ALBA CLÃSICA nÚm. LXIV) y la trilogÃa que culmina su carrera: Las alas de la paloma (1902), Los embajadores (1903) y La copa dorada (1904; ALBA CLÃSICA MAIOR nÚm. II). Maestro de la novela breve y el relato, algunos de sus logros mÃĄs celebrados se cuentan entre este gÃĐnero: Los papeles de Aspern (1888; ALBA CLÃSICA nÚm. CVII; ALBA MINUS nÚm. ), Otra vuelta de tuerca (1898), En la jaula (1898; ALBA CLÃSICA nÚm. III; ALBA MINUS nÚm. 40), Los periÃģdicos (1903; ALBA CLÃSICA nÚm. XVIII) o las narraciones reunidas en Lo mÃĄs selecto (ALBA CLÃSICA MAIOR nÚm. XXVII). Fue asimismo un brillante crÃtico y teÃģrico, como atestiguan los textos reunidos en La imaginaciÃģn literaria (ALBA PENSAMIENTO/CLÃSICOS nÚm. 8). Nacionalizado britÃĄnico, muriÃģ en Londres en 1916.