Criaturas del aire consta de un puñado de monólogos en los que los distintos personajes de la literatura universal comentan su ejecutoria, la prolongan, la desmienten o la maldicen. Algunos son puramente ficticios, como Tarzán, Dulcinea, Phileas Fogg o la Bella Durmiente; otros se han incorporado a la ficción literaria provenientes de esa otra ficción, la Historia: Nerón, Bakunin o don Miguel de Mañara.
Son metáforas de carne y sangre, es decir, de palabras: como nosotros. Testigos y mártires de una libertad de la que participamos. Estos ejercicios literarios no quieren otro compromiso que el de la imaginación como fundamento.
«En este libro he intentado hacer hablar por mi cuenta a diversos personajes literarios, algunos de los cuales son también históricos aunque yo los he conocido por hechizo y gracia de la literatura (el más improbable de todos es el Fernando Savater treintañero que con impudicia cierra la serie después de haberla escrito). [...] Que el lector -ese auténtico #hombre invisible# que se nos acerca por la noche susurrando en las tinieblas a los escritores... prolongue, si le apetece, mi tarea y hable a otros de las criaturas que le emocionan, como me propuse yo hace tanto tiempo. Así saldará por su parte la misma deuda que con estas páginas he intentado pagar a mi vez...»
Fernando Savater
Fernando Savater nació en San Sebastián en 1947 y estudió Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, fue apartado de la docencia en 1971 por razones políticas, y posteriormente retomó la actividad en la UNED.
Desde 1984 fue catedrático de Ética en la Universidad del País Vasco, y hasta su jubilación estuvo a cargo de la cátedra de Filosofía y Literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado ensayos de filosofía y literatura, novelas y piezas teatrales. Entre su numerosa obra, traducida a más de veinte lenguas, podemos mencionar Ética para Amador, Política para Amador, Las preguntas de la vida y La vida eterna, y sus novelas La hermandad de la buena suerte (Premio Planeta) y Los invitados de la princessa (Premio Primavera).
Es doctor honoris causa por diversas universidades hispanoamericanas y europeas. Está en posesión de la Orden del Mérito Constitucional.