Comienza el día con Dios;
Arrodíllate ante Él en oración:
Eleva tu corazón a Su morada,
Y busca Su amor para compartirlo.
Abre el Libro de Dios
y lee una porción de él,
Para que santifique todos tus pensamientos
Y endulce todos tus cuidados.
Atraviesa el día con Dios
Cualquiera que sea tu trabajo;
Dondequiera que estés, en casa o en el extranjero,
Él sigue estando cerca de ti.
Conversa con Dios,
Tu espíritu se eleva al cielo:
Reconoce cada bien concedido,
y ofrece una alabanza agradecida.
Concluye el día con Dios;
Confiesa tus pecados a Él,
Confía en la sangre expiatoria del Señor,
Y alega su justicia.
Acuéstate por la noche con Dios
Que da el sueño a Sus siervos;
Y cuando pises el valle de la muerte.
Él te guardará y custodiará.