Gabriela Saidon recorrió ferias orgánicas y restaurantes vegetarianos; vio películas en las que las masacres animales le impidieron volver a matar a una araña con desenvoltura; participó de escraches ecológicos; convivió durante meses con conceptos tan inquietantes como "persona no humana"; intentó cultivar –con resultados catastróficos para el techo de su casa– una huerta propia y habló con decenas de personas comprometidas con la causa ecológica para encontrar respuesta a esas preguntas. ¿Cuán verde es el valle de los verdes?