Los hermanos son salvados de un naufragio por el barco “James Cook” que hace su ruta por los mares australianos, pero un miembro de la tripulación de este barco planea la idea de amotinarse y hacerse con el mando para ejercer la piratería. Cuando el capitán es asesinado, los hermanos Kip son acusados del delito, con aparentes pruebas irrefutables, condenados y enviados a una prisión de una isla. Mientras, el armador del barco, creyendo en la inocencia de los hermanos, remueve cielo y tierra para encontrar a los verdaderos culpables pese a la opinión pública en contra. Verne relata cómo dos hermanos logran escapar de la cárcel acusados de un delito que no cometieron, y buscan pruebas para probar su inocencia.