Marcus Crossan era un tipo misterioso y acostumbrado a tenerlo todo bajo control que, de pronto, se convirtió en el salvador de Jenna Harper, cuando su hermano llegó a casa prometido a otra mujer. Jenna llevaba toda la vida soñando con convertirse en la esposa de un Crossan, y ese sueño ya nunca podría convertirse en realidad. Hasta que Marcus le hizo una proposición sorprendente: que se casara con él en lugar de con su hermano. Los apasionados besos de Marcus hacían que le resultara muy difícil pensar con claridad..., pero sí era consciente de las ganas que tenía de casarse. Una vez casada, Jenna se encontró confundida entre tantas emociones. Las caricias de Marcus hacían que ella deseara oír también palabras de amor de boca de su apuesto marido. Justo en ese momento el hermano de este se quedó soltero de nuevo...