Para Cristina hay dos cosas importantes en su vida: la tranquilidad que le proporciona su hogar, su refugio, donde se esconde cuando el día a día le supera, y su trabajo…
Es dueña de una empresa en crecimiento de catering, Dulce y Salado, donde poco a poco está alcanzando sus sueños y donde la única pesadilla que se encuentra es la socia que su padre le ha impuesto. Una mujer que aparece poco por la oficina pero que trae bajo el brazo los contactos y el dinero necesario para que sigan llegando clientes.
Un mundo que Cristina tiene bien sujeto y atado, donde pasan las horas sin desequilibrios hasta que aparece él… Víctor.
Su vida cambiará. Los muros que la fijan comenzarán a desmoronarse y el blanco y negro que la envuelve, tornarán al multicolor cuando las risas verdaderas lleguen pisando fuerte.
¿Logrará Cristina dejar atrás todo lo que la ata? ¿Conseguirá tomar las riendas de su vida? ¿Comenzará a vivir?