Jack Santini pensó que la mejor manera de demostrarle a la familia real que él era el único candidato adecuado para convertirse en jefe de seguridad era romper el sistema de seguridad del estado de Roseanova. Pero no había contado con despertar a la bella princesa de cabellos de oro.
Nada más ver a aquel hombre que entró por su balcón, Karina Roseanova pensó que él la liberaría de su torre de marfil y le enseñaría el mundo real. Y aquella fantasía no tardó en convertirse en un amor que no se detendría ante nada. Pero, ¿qué tendría que hacer un plebeyo como él para entrar a formar parte de la familia real?