¿Cuál es la razón para esto?
Desafortunadamente, es un hecho que tendemos a encontrar atractivas las malas noticias debido a nuestro inherente sesgo de negatividad.
A lo largo de la historia de la humanidad, nos hemos sentido atraídos constantemente por la mala información.
Sin embargo, ¡no te preocupes!
Podemos trascender este prejuicio y adquirir la capacidad de experimentar la felicidad.